Plan de Dios

Amigo mío: te voy a formular la pregunta más importante de tu vida. El gozo o la tristeza que experimentes en la eternidad dependen de ella. La pregunta es: ¿Eres salvo? Quiero decir… ¿Estás seguro de ir al cielo cuando mueras?, la pregunta no es si eres o no miembro de alguna iglesia, o cuan bueno eres, sino ¿Eres Salvo?

Nadie puede gozar de las bendiciones de Dios ni ir al cielo sin ser salvo. Jesús le dijo a Nicodemo en Juan 3:7 «Os es necesario nacer de nuevo». En su Palabra Dios nos describe el único plan de salvación. El plan es sencillo. Tú puedes ser salvo hoy.

En primer lugar, amigo mío, debes reconocer que eres pecador, «No hay justo, ni aun uno», Romanos 3:10. «No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios» Romanos 3:22-23.

No puede ser salvo a menos que reconozcas que eres pecador. Por cuanto eres pecador, estás condenado a la muerte. «Porque la paga del pecado es muerte», Romanos 6:23.

«El pecado da a luz la muerte», Santiago 1:15. Esto significa separación de Dios, en el infierno por siempre. Es horrible, mi amigo, ¡pero es la realidad! Sin embargo, Dios te amó de tal manera que dio a su Hijo unigénito, Jesucristo, como tu sustituto, Jesucristo cargó con tu pecado y murió en tu lugar.

«Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en El» 2 Corintios 5:21.

«El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados» 1 Pedro 2:24.

Jesús tuvo que morir y derramar su sangre, «Porque la vida de la carne en la sangre está» Levítico 17:11, «sin derramamiento de sangre no se hace remisión» hebreos 9:22.

No podemos entender cómo Jesús cargó con nuestro pecado, pero la Palabra de Dios así lo dice. Así que, amigo mío, Jesús cargó con tu pecado y murió por ti. Es la verdad, Dios no puede mentir.

El carcelero de Filipos les preguntó a Pablo y a Silas: «¿Qué debo hacer para ser Salvo?» y ellos le respondieron: «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa» Hechos 16:31.

Simplemente cree en que El cargó con tu pecado, murió en tu lugar, fue sepultado y resucitó para justificación. Luego invócalo. «porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» Romanos 10:13.

En Lucas 18:13 encontramos las primeras palabras que un pecador debe orar: «Dios, sé propicio a mí, pecador». Tú eres un pecador y seguramente estás arrepentido. Ahora mismo eleva una oración a Dios. No tiene que ser una oración extensa o en voz alta, ya que, Dios está ansioso de salvarte. Solo tiene que decir: «Oh Dios, soy un pecador. Perdóname, estoy arrepentido; ten misericordia de mí y sálvame en el nombre de Jesús, Amen». Ahora solo cree en su Palabra.

«Porque todo aquel (incluso tú) que invocare el nombre del Señor, será salvo» Romanos 10:13. Solo cree en la Palabra de Dios. Cuando hayas hecho lo que El pide en su Palabra, proclámate salvo por fe. Cree y serás salvo. Ninguna Iglesia, ninguna religión, ni siquiera tus buenas obras, absolutamente nada ni nadie puede salvarte, el único es Jesús.

El plan de salvación es sencillo: tú eres pecador, y por serlo debe morir o creer en Jesús como tú sustituto, quien murió en tu lugar, fue sepultado y resucitó de entre los muertos. Invoca el nombre de Dios, reconócete pecador y pídele que tenga misericordia de ti y te salve en el nombre de Jesús. Entonces cree en su palabra y declárate salvo por fe.

Seguramente dirá que eso no es todo para ser salvo, pero sí, lo es; eso es absolutamente todo. Gracias a Dios muchos han confiado en Cristo a través de este sencillo plan. Esto está escrito. Es el plan de Dios. Amigo mío, créelo y síguelo. Ahora es el tiempo de hacerlo, hoy es el día de salvación.

«Ahora es el tiempo favorable; he aquí ahora es el día de salvación» 2 Corintios 6:2.

«No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.» Proverbios 27:1

Si no has comprendido, lee estas palabras varias veces hasta que logres comprenderlas. No lo deseches hasta que lo entiendas. Tu alma vale más que todos los tesoros del mundo.

«¿Pues de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder el alma? ¿Qué recompensa dará el hombre por su alma?» Marcos 8:36-37.

Sobre todas las cosas asegúrate de ser salvo. Si pierdes tu alma también pierdes el cielo, lo perderás todo. Que Dios te ayude.

No confíes en tus sentimientos, ellos pueden cambiar. Permanece firme en las promesas de Dios, ellas nunca cambian.

«si alguien me confesare delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos», Mateo 10:32

Amigo, si tu ha orado al Señor para que salve tu alma, te rogamos que nos llame o nos escriba a nuestro correo electrónico a info@congregacionbautista.org